HOMENAJE EN EL FUNERAL, DE SU NIETO DAVID CIVERA

Bueno, quería dedicarle unas breves palabras a mi abuelo Miguel, en nombre de toda su familia, en especial de dos grandes amores su mujer y su hija, y de toda la gente que lo conoció a lo largo de su vida, y que a través de su transparente personalidad pudieron ser conscientes de sus glorias y miserias, de sus manías y simplezas y de todo un abanico de anécdotas, historias y superaciones típicas de algunos pocos que empezaron mirando los rascacielos con maleta de cartón, y hoy se les recuerda como héroes y genios.
Todos coincidiremos en lo afortunados que hemos sido de tener a un ser tan maravilloso a nuestro lado, un gran escéptico, que hizo muchísimas cosas, su escepticismo era irónico, es decir, hacía las cosas porque sabía que había que hacerlas, infundía a los demás entusiasmo, que a lo mejor el mismo creía que no tenía, pero que creía que era bueno, era único.
Mi abuelo siempre fue mi modelo a seguir, es en él en el que pienso cuando tomo cualquier decisión en mi vida. El siempre ha sido mi mejor amigo, mi cómplice en numerosos momentos embarazosos en los que, estando en la cuerda floja, él me abría las puertas de la percepción, y cuando eso ocurría un infinito de soluciones se mostraban ante mi.
Era también muy conocido su mal genio y su poca delicadeza a la hora de juzgar nuestras actitudes, en eso estarán sobre todo de acuerdo mi tío Migue y mi tía Clara, pero es que quería tanto a su gente y a su familia y se obsesionaba tanto por el bienestar de los demás, que le era imposible decir blanco donde el veía un negro avismo. Intentaba siempre ayudar a los demás de una manera muy peculiar, mediante la transparencia.
El siempre nos decía lo que no queríamos oir, la verdad, de una manera tan tajante, que nos hacía más fuertes y menos vulnerables a futuros tropiezos. Todos os acordareis de su mítica frase; "el que no me haga caso, al hoyo".
Nos quería a todos muchísimo y a veces creo que sentía la obligación de que siguieramos sus consejos, para ser mejor personas. Era un hombre que el día que descubrió que le empezaba a salir pelusa debajo de la nariz dijo "Quiero crecer, quiero saber, no quiero ahogarme en la mediocridad ni acostarme en el incómodo colchón de los cotidianos" Ahí, en ese momento nació su credo: arriesgarse deliberadamente, no cambiar la iniciativa por la espera, no vender la libertad por un plato de comida, soñar, crear, ver en el fracaso la obligación de triunfar y mirar al mundo cara a cara y gritar "Esto lo hice yo" con dos huevos, y para terminar, quiero homenajear a mi abuelo a mi manera, como decía Frank Sinatra, tenemos delante a un gran artista, así que por favor, levantaros todos y como si estuvierais viendo el final de una obra maestra, os pido un gran aplauso para una mente maravillosa, mi abuelo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Miguel,siempre me acordaré de tí,gracias por todo y hasta siempre.Un abrazo muy fuerte.
Suso.

Jose dijo...

Hasta siempre querido Miguel, tío, padrino, amigo... me quedo con tu sentido del ... humor, con tus enseñanzas acerca de la vida, acerca del arte... Ahora estás con mi madre, con tus hijos Migue y Clara... con tantos que llegásteis allí antes que nosostros... Id montando una buena fiesta para cuando volvamos a estar todos juntos de nuevo. Te quiero.

Paco dijo...

Miguel, te he conocido ya tarde, te he conocido como dibujante pero he tenido la oportunidad de conocerte como persona. Yo no entiendo de dibujo pero para mi eres un gran dibujante.
Hasta siempre.

Paco, el barrendero de tu barrio que mucho te apreciaba.